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viernes, 10 de junio de 2011

NARRATIVA

Cuenta la historia que hace mucho tiempo, digamos que en los tiempos del Porfiriato una familia tenía unas hectáreas de terreno a orillas del río Coatzacoalcos en Minatitlán. Sembraban maíz, frijol, chile, y otros productos que vendían en la región. No eran ricos, pero sí tenían una solvencia económica suficiente para vivir.

Desafortunadamente, en esa época se cometieron muchos abusos, ya que algunas personas podían quitarles las tierras a los campesinos y nadie hacía nada. Estos latifundistas estaban de acuerdo con el gobierno y podían apropiarse de cantidades enormes. Así mucha gente se quedó sin sus tierras y los que se rebelaban, simplemente los mataban.

En esos tiempos, el presidente de México (que más bien era un dictador) decidió impulsar la economía, abriendo carreteras, vías de trenes y entre esas actividades, decidieron buscar lugares donde había petróleo para comercializarlo. Se alió con compañías extranjeras y se dieron cuenta que en la propiedad de la familia antes mencionada, había petróleo.

Sin mas cuestionamientos ni explicaciones, a esa familia se les despojó de sus terrenos y no se les pagó nada, ni un peso siquiera. Tristes y decepcionados, pidieron asilo a unos familiares mientras los inversionistas extranjeros (quienes se habían adueñado de sus tierras) fundaron la Compañía El Águila y empezaron a extraer el petróleo y a ganar fuertes cantidades de dinero. Pero lo malo era la mayor parte de ese dinero era para ello y para México era poco.

Pasaron los años y llegó a la Presidencia el General Lázaro Cárdenas del Río, y al ver las injusticias que cometían las compañías, las manifestaciones y huelgas que hicieron los trabajadores de las compañías de Petróleo (como la Compañía El Águila) y sobre todo, que los extranjeros se estaban beneficiando y nuestro país no, decidió expropiar el petróleo, o sea, que las compañías y el petróleo pasaría a ser propiedad de la nación.

Los inversionistas se molestaron muchísimo, no estaban de acuerdo, pero la decisión ya estaba tomada, México indemnizó a los extranjeros por sus inversiones y ahora el petróleo era ya de los mexicanos. Era un gran logro.

Inmediatamente después, a la familia que fue despojada se les pagó por sus tierras y les consiguieron otra más pequeña. Al final se hizo justicia.
   

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